"Yo soy el que vive"Ap.1,18: DE LA OMNIPOTENCIA A LA LIBERTAD VERDADERA

ADORACION

MOVIMIENTO DIOCESANO DE ADORACION EUCARÍSTICA PERPETUA - SAENZ 572 - LOMAS DE ZAMORA


¡JESÚS TE ESPERA SIEMPRE!

¡DECÍDETE A VISITARLO!

TE INVITAMOS A LA COMUNIDAD DE ADORADORES

Capilla "María Reina de los Apóstoles"

Capilla "María Reina de los Apóstoles"
Capilla "María Reina de los Apóstoles"

sábado, 7 de junio de 2014

DE LA OMNIPOTENCIA A LA LIBERTAD VERDADERA

“Donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad” -2Cor 3, 17-



Confundidos, pero empecinados, en una libertad que se agota en los propios caprichos, esta generación, se ufana, se gloría de su omnipotencia, en un mundo que ignora a Dios, lejos de construir la paz tan anhelada.
“Les dejo la Paz les doy Mi Paz, no como la da el mundo” dice El Señor -Jn. 14, 27-
Por lo tanto, la persona, se encuentra sometida, esclavizada, por su misma vanidad e indiferencia, que la precipitan en el vacío y la soledad, ansiando una libertad que no logra alcanzar.
Nos hemos acostumbrado, también, a vivir en un estado de violencia desatada, recurrente e incorporada irracionalmente a nuestra cotidianeidad, con gestos y actitudes que revelan lo más primitivo de los instintos.
Nos enfrentamos, en cada momento, agresivamente con nuestros hermanos, contaminando la convivencia, saboteando la tolerancia, frustrando la paz.
Sabemos que la paz, como la guerra, se gesta y enciende en el corazón de cada uno de nosotros -a pesar de la complejidad de las situaciones-.
Comenzamos a construir la paz, invocando al Espíritu Santo, para que interceda por nuestra debilidad -con gemidos inefables- porque no sabemos orar, como es debido -Rom. 8, 26-.
Para que sane y renueve los corazones, extirpando la carcoma de la violencia, con el fuego del Amor.
Para que nos ayude a despertar a una vida nueva, comprometida para la paz, la unidad y la solidaridad, frutos del amor.
“Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios”
Nosotros, seguidores de Cristo, muchas veces, mimetizados, camuflados en la mundanidad -al decir del Papa Francisco- nos comportamos silenciando nuestra filiación Divina, que es don del Espíritu Santo, precisamente, cuando aparecen los propios anti testimonios: la soberbia, la indiferencia, la falta de amor, etc.
“El amor de Dios ha sido derramado en los corazones por El Espíritu Santo que nos ha sido dado” dice San Pablo en -Rom. 5, 5-.
Es El Espíritu Santo el Verdadero Protagonista de nuestra renovación espiritual, porque nos hace conocer y recordar lo que Cristo nos enseñó, para poder amar.
Que El Espíritu Santo en este nuevo Pentecostés, con sus dones, nos aliente y ayude a derribar los muros del egoísmo e individualismo.
Nos auxilie por la gracia del perdón y a través del poder de la oración, a quitar la cizaña que ha crecido en el corazón por el pecado, para que nos encontremos aún en la diversidad.
Unidos a Cristo, por su Mismo Espíritu, revestidos de personas nuevas, dejamos atrás los rencores, las envidias, los celos, para promover una cultura del encuentro, donde se revela la verdadera libertad de los hijos de Dios y la paz, por la alegría de la Resurrección.
Renovados los corazones, por la efusión del Espíritu Santo, en este Pentecostés, y encendidos por El Amor en la claridad de la Luz de Cristo Eucaristía, los adoradores serviremos por la oración y la contemplación, a la Iglesia misionera, como Maestra de la evangelización para la conversión de la humanidad.
Que María Santísima, Madre del Príncipe de la Paz, nos enseñe el camino del encuentro, por la conversión de los corazones, para construir un nuevo mundo más fraterno en Cristo Jesús.



¡Alabado sea Jesucristo!

E. M. M.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario