"Yo soy el que vive"Ap.1,18: abril 2011

ADORACION

MOVIMIENTO DIOCESANO DE ADORACION EUCARÍSTICA PERPETUA - SAENZ 572 - LOMAS DE ZAMORA


¡JESÚS TE ESPERA SIEMPRE!

¡DECÍDETE A VISITARLO!

TE INVITAMOS A LA COMUNIDAD DE ADORADORES

Capilla "María Reina de los Apóstoles"

Capilla "María Reina de los Apóstoles"
Capilla "María Reina de los Apóstoles"

sábado, 30 de abril de 2011

El regalo del Padre

Decimos que la Adoración Eucarística es un regalo del Padre, no solo a la comunidad de Adoradores, sino a la Iglesia toda.
Regalo del Padre a los que reciben el llamado a la Adoración Eucarística, para que en la fuente de Agua Viva calmen la sed del desierto cotidiano, y sepan  redescubrir el ardor y celo apostólico que se nutre en la Palabra de Dios, los Sacramentos, la oración permanente y las obras de misericordia.
Regalo del Padre a las comunidades parroquiales que despertando a un nuevo amanecer, Jesucristo el Hijo de Dios Vivo reine en los corazones, e iluminados por el mismo Espíritu, bendiga con fecundidad y santidad necesaria, suscitando vocaciones sacerdotales, religiosas, ministeriales y de especial consagración.
Regalo del Padre a los que sintiéndose desprotegidos, angustiados y agobiados, encontraron el alivio y fortaleza en la Presencia Real.
Regalo del Padre para aquellos que estaban perdidos y fueron rescatados por el Amor Misericordioso.
Regalo del Padre para aquellos que sufriendo pérdidas, fueron reconfortados amorosamente por  Jesús, reparador de brechas profundas invitándolos y alentándolos a continuar el camino.
Regalo del Padre a los enfermos que abandonándose en el Señor, recibieron la Gracias de reconocer en el dolor un gran designio de amor, para su purificación  y la de otros.
Regalo del Padre, para que en el caos sepamos distinguir con claridad los signos de los tiempos, dedicándonos al servicio de nuestros hermanos como testigos del Amor, e iluminados por el Sol Eucarístico podamos ser luz del mundo y sal de la tierra.
Regalo del Padre en María Madre de la Paz, patrona de esta Diócesis. Ella, Medianera de todas la Gracias, nos ayude a descubrir el amor Sacratísimo de su Hijo, transmitiendo la alegría y esperanza de la salvación para todos, a través de nuestra vida.
Que este acontecimiento de Gracia, provoque en nosotros un sacudimiento del letargo, desánimo, desconcierto e insensatez.
Iluminados por el Espíritu del Señor, reconozcamos la ternura del Padre en la Ofrenda de su Hijo, que en la fracción del pan se quedó con nosotros hasta la consumación del mundo.
¡ Auméntanos la fe, Señor!

Volvamos la mirada a María y a José, primeros Adoradores, para palpitar en el corazón el Misterio de la Encarnación, preludio de la Salvación.

¡Alabado sea Jesucristo!

Eduardo

E.M.M.