"Yo soy el que vive"Ap.1,18: septiembre 2021

ADORACION

MOVIMIENTO DIOCESANO DE ADORACION EUCARÍSTICA PERPETUA - SAENZ 572 - LOMAS DE ZAMORA


¡JESÚS TE ESPERA SIEMPRE!

¡DECÍDETE A VISITARLO!

TE INVITAMOS A LA COMUNIDAD DE ADORADORES

Capilla "María Reina de los Apóstoles"

Capilla "María Reina de los Apóstoles"
Capilla "María Reina de los Apóstoles"

lunes, 20 de septiembre de 2021

LA ADORACIÓN EUCARÍSTICA SALVARA A LA IGLESIA DE LOS CORAZONES TIBIOS Y COMPLACIENTES


“A LOS TIBIOS LOS VOMITARE DE MI BOCA” -Apoc. 3, 16-




La humanidad vive en el desconcierto y en el hartazgo frutos de la fragilidad y la desconfianza en esta nueva etapa de la historia.
Se obstina en la recurrencia de los empecinamientos, desde hace ya mucho tiempo, manejada por las diferentes ideologías y en la dictadura del pensamiento único.
La persona se  proclama reina y señora de la existencia, desterrando e ignorando a Dios en su vida. 
Desea instaurar un reino terrenal con el apoyo de la tecnología, apoyada en el pensamiento mágico y en la idolatría que se abastece de su propia soberbia, su ego, sojuzgada y esclavizada al nuevo orden mundial.
El corazón de muchos que se dicen cristianos, se encuentra dividido, cercano al ateísmo.
Viven en la contradicción de amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo, pero prefieren mimetizarse con el mundo por miedo a ser rechazados.
Atrapados en esa dicotomía, son incapaces de acompañar y ayudar a los hermanos a vivir en la esperanza que no defrauda, que es Cristo Mismo, Camino, Verdad y Vida.
Ellos, hipócritamente hunden su raíz en la tibieza.
Se presentan y acomodan con un traje a medida, hecho en la falacia. 
Viven en la incoherencia de vida, propia de la estatura de los fariseos -que predican una cosa y hacen otras- lejos del Corazón de Jesús.
Se acomodan a los vientos que los sacuden como cómplices de una forma de vida con apariencia del Evangelio, como más convenga al propio engaño e hipocresía.
Se ha construido una vida cristiana, en la idea mágica de hacer desaparecer o minimizar el dolor que redime en La Cruz de Cristo, con el miedo a cargar la cruz cotidiana y ofrecerla.
El Señor de La Esperanza y del Amor Misericordioso camina a nuestro lado ofreciéndose El Mismo en la Eucaristía, alimento y camino de santidad para todos los que Lo aman.
Es El Pan del Cielo que nos fortalece y prepara para las batallas cotidianas, los embates del enemigo -el demonio- para no caer en las garras del león rugiente.
Este lenguaje duro no pretende agazaparse detrás de las palabras sino advertir el riesgo que TODOS corremos.
El camino es la oración de reparación, ofreciendo los dolores asociándolos a La Pasión de Cristo y la conversión permanente.
No pretendo juzgar a nadie, porque, Solo Dios es el que Juzga.
Vivo como Hijo de Dios y de la Iglesia de Cristo, Iglesia de La Luz, una tristeza frecuente.
Como miembros de la Iglesia tenemos la tentación de confundir pensamientos propios muy humanos, atados a las circunstancias, pero, alejados del desafío que implica la entrega y abandono, a costa de la propia vida, sabiendo que este es un tiempo martirial.
La vida del discípulo no es un lecho de rosas alejado de cualquier tipo de peligro, sino, es vivir en el abandono y en la Voluntad de Dios.
Acudamos a María Santísima  y a San José que han conocido siempre los peligros del camino, pero al mismo tiempo confiados en El Señor.
Que nos sirvan de guía permanente para no perder de vista quien conduce La Vida del cristiano y de La Iglesia. Amén

                               

¡Alabado sea Jesucristo!

Un abrazo fraterno

E. M. M.