"Yo soy el que vive"Ap.1,18

ADORACION

MOVIMIENTO DIOCESANO DE ADORACION EUCARÍSTICA PERPETUA - SAENZ 572 - LOMAS DE ZAMORA


¡JESÚS TE ESPERA SIEMPRE!

¡DECÍDETE A VISITARLO!

TE INVITAMOS A LA COMUNIDAD DE ADORADORES

Capilla "María Reina de los Apóstoles"

Capilla "María Reina de los Apóstoles"
Capilla "María Reina de los Apóstoles"

sábado, 30 de marzo de 2024

EL TRIUNFO DEL AMOR PARA LA VIDA VERDADERA

“El Espíritu del Resucitado Habita en nosotros” -Rom. 8, 11-


En la alborada de un tiempo de gracia, tiempo de resurrección, tiempo de renacer a una nueva esperanza viva, verdadera en Cristo Resucitado, caminamos hacia la Jerusalén Celestial.
Asistimos a hechos en la iglesia -Pueblo de Dios- que nos entristecen, perturban y confunden, porque, hay consagrados que siembran errores conscientes o inconscientemente alejados del Evangelio de Cristo, la santa doctrina y la tradición.
Hay también, una humanidad que rechaza al Verdadero Dios y busca el consuelo de otros dioses de fantasía y paja, que se desintegran y se consumen en los deseos insatisfechos de las personas, cayendo en la idolatría, por lo tanto, los precipita en el vacío, en la angustia y en la soledad.
Las guerras se han apoderado del mundo, estas, como sabemos, se originan en el corazón del hombre, hundiendo sus raíces, en el poder, la soberbia, el individualismo, el materialismo y subjetivismo dialectico anticristiano.
El Espíritu del Señor Resucitado nos ha salvado de la muerte y el pecado, en El Escándalo de la Cruz.
Jesús Resucitado, en este tiempo, nos viene a rescatar del cansancio y el vacío espiritual, ayudándonos a resucitar con El, por El y en El.
“Por El Amor Misericordioso de Dios Padre, cuando estábamos muertos a causa del pecado, nos hizo revivir en Cristo -ustedes han sido salvados gratuitamente-…” -Ef. 2, 4-5-
La alegría y esperanza Pascual, muchas veces se desvanecen, porque no nos atrevemos a vivir la vida en Cristo.
Jeremías 2,13 nos advierte a través de lo que le acontecía a los israelitas -oráculo del Señor- “Mi pueblo ha cometido dos maldades, Me abandonó, a Mí, La Fuente de Agua Viva, para cavarse cisternas, cisternas agrietadas que no retienen el agua”. Nosotros, a menudo, no retenemos El Agua Viva, que es Cristo Resucitado recibida en los sacramentos, en Su Presencia Viva, por lo tanto, la desperdiciamos y desparramamos como -cisternas agrietadas- con las propias actitudes de infidelidad, ingratitud e indiferencia.

También a nosotros nos cuesta, habiendo recibido la salvación por La Sangre Redentora Del Hijo de Dios, ponernos en marcha con el hombre nuevo -la persona Pascual- resucitada y transfigurada por El Amor, hacia la libertad de los hijos de Dios.

La Pascua se manifiesta en nuestra vida en la alegría y esperanza en medio de las tentaciones, del pesimismo, el sufrimiento, la desesperanza, porque, La Verdadera alegría nace en Cristo. “Yo les daré una alegría que nada ni nadie les podrá quitar” dice El Señor –Jn 16, 22-

Vivir la alegría de La Resurrección es ser luz del mundo y sal de la tierra como testigos del Amor Misericordioso de Dios, reflejada en las propias actitudes impregnadas del perfume de Cristo.

Que María Santísima La Madre de La Resurrección y La Vida con San José Su esposo, nos ayuden a caminar en la alegría y esperanza, por una humanidad que necesita ser rescatada del abismo de su perdición, por La Misericordia de Dios y la oración e intercesión de todos, para Gloria de Dios Padre en Dios Hijo por El Espíritu Santo. Amén


¡VIVA CRISTO RESUCITADO! ALELUYA

FELIZ Y SANTA PASCUA DE RESURRECCIÓN

EDUARDO

Abril/Mayo 2024

domingo, 11 de febrero de 2024

EN DESAGRAVIO AL CORAZÓN DE JESÚS POR LAS NECEDADES Y JUSTIFICACIONES EN CONTRA DE LA VERDAD REVELADA

“Señor, danos un corazón puro, renuévanos por dentro con un espíritu firme, para defender La Verdad”


El camino desde la Cuaresma hacia la Pascua de Resurrección es un tiempo favorable para la salvación y propicio para profundizar acerca de las propias actitudes, y qué nos detiene -por injustificadas razones- para la conversión a través del Sacramento del Perdón frecuente.
Muchas veces, por enredarnos en vacíos y pueriles razonamientos, perdemos la posibilidad de salir de la trampa de las propias justificaciones, elaboramos ideas mágicas, dando vuelta y vuelta sobre nuestras conveniencias y engaños.
Cada uno sabe “dónde le aprieta el zapato”, y nadie más que uno mismo (además del Señor) sabe cómo buscamos los atajos que más nos convienen, para continuar reiteradamente por el mismo lugar.
Si nos hemos decidido con la ayuda de la gracia inmerecida configurarnos con Jesús en nuestras emociones, pensamientos y acciones, es esencial reconsiderar nuestro enfoque en la vida de discipulado. Evitemos la tentación de realizar cambios superficiales, justificados por la incoherencia en nuestra vida, y luego intentar vincularlos de manera mágica al Evangelio de Cristo.
Nuestro corazón no debe contaminarse tal cual el mundo lo demanda, debemos entonces orar, para que el mundo se convierta. Debemos tener muy en claro a quién servimos y amamos, a Dios o al mundo.
Entramos en un tiempo fuerte de Cuaresma donde preparamos la Pascua de Resurrección del Señor, nuestra resurrección, con la oración del corazón, el ayuno, la limosna y las obras de misericordia corporales y espirituales, que nos sirven de guía para saber cómo nos encontramos.
La Cuaresma es también un tiempo propicio para trabajar con la ayuda de la gracia, ofreciendo las propias cruces que cargamos cotidianamente y asociarnos a la Pasión Redentora de Cristo para nuestra salvación y la salvación de la humanidad. Como adoradores sigamos el camino de la Cruz tal como lo quiere el Padre en Espíritu y en Verdad.
Vivimos un tiempo de apostasía dentro de la Iglesia que nos abruma, y muchas veces nos distrae. No nos dejemos amedrentar por el enemigo y oremos fervorosamente por los agravios que recibe el Corazón de Jesús, Manso y Humilde. Oremos por los consagrados que no son fieles al Evangelio, a la Recta Doctrina y a la Tradición, confundiendo y contaminando al Pueblo de Dios; oremos también por aquellos que día a día viven en cuerpo y alma el Evangelio de Cristo. Vivamos la alegría y esperanza de haber sido llamados en este tiempo para servir e interceder con la oración y la Adoración Eucarística, por la Iglesia, los consagrados y la humanidad que rechaza a Dios y no conoce Su Amor.

Pidamos al Espíritu del Señor la gracia de la conversión permanente, la perseverancia y la humildad, por el camino de la santidad. Que María Santísima, Madre de la Iglesia y Refugio de los pecadores, con San José, nos acompañen e iluminen en este tiempo de Cuaresma con sus ejemplos en el camino hacia la Pascua de Resurrección.


¡Alabado sea Jesucristo!

Santa Cuaresma

Eduardo

Febrero/marzo 2024

domingo, 3 de diciembre de 2023

CARTA ABIERTA AL PADRE CELESTIAL DESDE UN CORAZÓN AGRADECIDO

¡Gracias Señor por Tu Amor en estos 25 años de Adoración Eucarística!
 

En la alborada del Nuevo Adviento camino a la Navidad por Amor Del Padre, intentamos descubrir por la gracia ese mismo Amor reflejado en la Presencia Viva del Hijo de Dios nacido de María, desposada con un hombre justo de la estirpe de David llamado José.
La Gloria de Dios se manifiesta en este misterio de la Encarnación, preludio de nuestra salvación.
El Emmanuel -el Dios con nosotros- se abaja a nuestra pobreza, para revestirnos de Su Riqueza.
En el gozo y la alegría de saber que somos amados por El Señor, demos gracias a Él, por este don inmerecido que es el llamado a Adorar, Glorificar, Bendecir y Reparar en la Presencia Viva de Su Hijo en el Santísimo Sacramento del Altar.
“No son ustedes los que Me eligieron a Mí, sino, Yo los elegí a ustedes” -Jn.15,16-
La Luz del Mundo viene a una humanidad enceguecida, empecinada en su egolatría y omnipotencia, encendida por el fuego del egoísmo, la soberbia que rechaza El Amor de Dios. VEN SEÑOR JESÚS.
El adorador educado en la escuela de María Santísima, servidor e intercesor de sus hermanos, ora delante del Santísimo como una lámpara encendida permanentemente con el aceite nuevo que se renueva por la gracia, para una humanidad caída.
Este es un tiempo de esperanza para toda la humanidad especialmente para los que no conocen el Amor de Dios y lo rechazan.
Su Misericordia no se agota, no se cansa, no Abandona la Obra de Sus Manos.
Los seguidores de Cristo, animados por su Mismo Espíritu, vivimos ofreciendo la cruz cotidiana cargando los pesares, enfermedades, sufrimientos, pérdidas, escasez, etc. porque sabemos de antemano que el Amor de Dios nunca se apartará de cada uno de nosotros.
“Yo estaré con ustedes hasta el fin del mundo” dice Jesús -Mt. 28,20-
Vivimos en tensión permanente por los acontecimientos que nos arrastran a un desafío permanente, como nos advierte San Pablo: “Con las obras de los hijos de La Luz” -Rom. 13,12- “Para que sean irreprochables en el día de la Venida del Señor” -Cor. 1,8-
Querido Padre Eterno que tanto nos Amas, envía sobre esta comunidad de adoradores el Espíritu Santo para que Iluminados por la Palabra del Evangelio, no nos apartemos de la Santa Doctrina de Tu Hijo. Que por Tu Ternura reflejada en Tu Hijo Jesús podamos ser fieles testigos de Su Amor dando razón de la Esperanza como sagrarios vivos para Gloria de Dios y el bien de las almas.


¡VEN SEÑOR JESÚS QUE TE ESPERAMOS!

¡SANTA NAVIDAD EN LA ESPERA DEL SEÑOR!

¡FELIZ Y BENDECIDO AÑO 2024!

EDUARDO Y CRISTINA

DICIEMBRE/ENERO 2024

jueves, 5 de octubre de 2023

HOY LA FE NO SE SIENTE COMO UNA GRACIA INMERECIDA, HOY LA ESPERANZA VACILA A LA MENOR CONTRADICCIÓN, HOY LA CARIDAD SE CONVIERTE EN UN ARREBATO DE SENSIBILIDAD

“CUANDO VENGA EL HIJO DEL HOMBRE ¿ENCONTRARÁ FE SOBRE LA TIERRA?” (Lc 18, 1-8)


Vivimos en un estado de violencia, de contradicción, de hartazgo y confusión. Somos proclives a dejarnos tentar y conducir por el mundo con lo que el mundo dispone como una dictadura del pensamiento único con la falacia de las distintas ideologías. Las mismas penetran en el corazón del cristiano para sabotearlo y destruirlo si es posible para siempre.
La tentación del león rugiente, el demonio, penetra en la propia debilidad por una fe inconsistente, efímera e inmadura. En consecuencia, la esperanza es adormecida y la caridad solo sirve para silenciar la propia conciencia.
“Cuando venga El Hijo del Hombre ¿encontrará fe sobre la tierra?” (Lc18,1-8)
No nos dejemos engañar con un falso progresismo, sin conversión ni arrepentimiento. Buscar a Dios fuera del camino del arrepentimiento y la conversión es una falacia. 
Todos somos pecadores del primero al último. La Misericordia de Dios nos permite borrar a través del Sacramento del Perdón todos los pecados para recomenzar una vida nueva, una vida de gracia.
La gracia de la esperanza recibida en el Bautismo le permite al cristiano vivir de otra manera porque fuimos revestidos de Cristo (Ga. 3,27).

El adorador por el llamado se convierte en intercesor por las necesidades de la Iglesia, de la Patria, de la familia, del mundo y el cosmos.

San Juan Pablo II decía: “Por medio de la Adoración el cristiano, contribuye misteriosamente a la transformación del mundo y la siembra del Evangelio. Quien ora/Adora al Salvador Eucarístico trae al mundo con él y lo eleva a Dios. Los que están ante El Señor, están cumpliendo un servicio eminente. Están presentando a Cristo a todos. Aquellos que no lo conocen o que están lejos de Él. Ellos adoran en Su Presencia en lugar de aquellos” (Carta 1996)

Paradójicamente, este es un tiempo de esperanza para los que intentamos seguir a Cristo como para la humanidad caída porque la Misericordia de Dios no se acaba a pesar de nuestras contradicciones y desprecios. No permitamos que el león rugiente que se disfraza de cordero trastoque las Enseñanzas del Maestro, La Recta Doctrina y la Tradición. El antídoto es El Santo Rosario como oración de reparación, el ayuno y las obras de misericordia corporales y espirituales.

Recurramos a María Santísima,la Madre de La Esperanza que nos recuerda y resuena su voz en el propio corazón: “HANGAN LO QUE EL LES DIGA”.

RECORDEMOS SIEMPRE QUE EL SEÑOR NO HA PERDIDO LAS LLAVES DE LA HISTORIA. POR ESO: ¡CRISTO VENCE, CRISTO REINA, CRISTO IMPERA!


ALABADO SEA JESUCRISTO

EDUARDO

OCTUBRE 2023


lunes, 4 de septiembre de 2023

EL CRISTIANO EN TIEMPOS DE CONFUSIÓN, VIOLENCIA Y MENSAJES CONTRADICTORIOS

“Señor, llénanos con Tú Mismo Espíritu de Amor, para no caer en la trampa del demonio, que nos seduce con mensajes contradictorios”


Asistimos con perplejidad a tiempos complejos, de excesiva confusión, dentro y fuera de la Santa Madre Iglesia.
Este desconcierto nos arrastra, si no invocamos por la oración, la asistencia del Espíritu Santo, Espíritu de Verdad, Espíritu de Amor.
Necesitamos pedir la gracia del discernimiento, para ser iluminados en lo profundo del corazón, muchas veces oscurecido, cerrado a los propios sentimientos y pensamientos equivocados.
Este desorden, se alimenta de ideas mágicas o falsas ideas, que nos precipitan en el vacío, en la soberbia y en el error.
Son tiempos de oración paciente, perseverante y fervorosa, abandonada en el Corazón de Jesús Manso y Humilde.
Necesitamos implorar al mismo Espíritu, la gracia para recibir el don de la Paz, la Paz en el corazón, la Paz en la familia, la Paz en nuestra Patria, atrapada por la violencia, la corrupción y el rechazo al Señor Uno y Trino.
Es un tiempo de ejercitar la ascesis cotidianamente de NO JUZGAR, NO CONDENAR y siempre pedir la gracia de AMAR a todos sin excluir a nadie.
El Señor, con su ternura misericordiosa, permite los acontecimientos para nuestro bien, porque ÉL ES EL SUMO BIEN.
Para aquellos que lo aman, los protege para crecer en el Amor y la paciencia, aunque esto vaya contra los propios deseos, duela, no se comprenda o haga sufrir porque Él sabe más.
Es un tiempo de reconstruir puentes que dejamos destruir por falta de dialogo, encerrados en nuestro ego soberbio, incapaz de abrirnos a los hermanos, aún aquellos que nos incomodan, molestan con ideas que no coinciden con las propias. Así, el tejido social se irá sanando con el vínculo de la paz y el diálogo fraterno para el Bien Común, la justicia y la solidaridad.
Los mensajes contradictorios que se alejan del Evangelio de Cristo, aunque nos parezcan inofensivos, para acomodarse al mundo para ganar adeptos, son vacíos del Mensaje del Maestro.
Estos mensajes contradictorios, son como fábulas sin contenido de las enseñanzas de Jesús El Hijo de Dios, para nuestra salvación y la salvación de la humanidad caída.
Reparemos en María Santísima, la servidora del Señor y Madre de todos nosotros, con su esposo San José, que camina a nuestro lado y nos va guiando por el camino, la verdad y la vida.
La Madre de Dios es enviada para cuidarnos y advertirnos de los peligros que corremos en estos tiempos difíciles. Como también, para que no caigamos en la tentación de escuchar voces seductoras que confunden, disfrazando al verdadero Evangelio y trastocando el mensaje de su Hijo Jesús.


¡ALABADO SEA JESUCRISTO!

EDUARDO

SEPTIEMBRE 1/2023

domingo, 9 de julio de 2023

EL VERDADERO DISCÍPULO DE JESÚS LIBRA EL COMBATE EN SU CORAZÓN

“Alégrense en la esperanza, pacientes en la tribulación y perseverantes en la oración” Rom.12,12


Con temor y temblor el verdadero discípulo de Jesús, como en otros tiempos de la historia, vive en su corazón, dentro y fuera de la Iglesia -Pueblo de Dios-, los ataques del león rugiente, el demonio.
Estas provocaciones provienen de las falsas ideologías y doctrinas, grupos que se revelan ingenuamente, pero con osada rapiña, pretendiendo echar abajo o cambiar a su antojo, las Enseñanzas del Divino Maestro, Jesucristo El Señor. Éstos, desean acomodar las enseñanzas de Jesús -muchas veces sutilmente y otras abierta o abruptamente-, a la medida de las vanidades o caprichos de una humanidad idólatra del propio ego.
El verdadero discípulo de Jesús camina cotidianamente con la armadura de la Fe y con la humildad; porque conoce su debilidad, suplica la gracia de la fortaleza que viene del Señor.
El verdadero discípulo de Jesús, libra en cada momento las batallas en el corazón, ahí donde se resuelve la libertad, sabiendo que es el Templo del Espíritu Santo. Y es el Mismo Espíritu el Único que puede ayudar a deshacer la insensatez de la soberbia, el egoísmo del falso ego, con el fuego de Su Amor.
El verdadero discípulo de Jesús camina siempre con el arma de la oración permanente, el Santo Rosario, la Eucaristía y busca, como decía Santa Teresa, barrer la casa del corazón con la gracia del sacramento del perdón frecuente.
La gracia del sacramento del perdón desata las insidias del demonio, limpiando el propio corazón, de la carroña del egoísmo, la soberbia, la infidelidad, la falta de amor, etc.
El verdadero discípulo de Jesús se nutre del Amor Eucarístico en la intimidad con el Cristo vivo en el Santísimo Sacramento del altar, fuente de vida nueva.
El verdadero discípulo de Jesús vive las bienaventuranzas encarnadas en su vida, sin empecinamientos, ni forzamientos, en la libertad de los hijos de Dios.
El verdadero discípulo de Jesús echa su raíz en el amor de Dios, y todo su comportamiento se encuentra impregnado en ese mismo amor, que da sentido a su obrar, sentir y pensar semejante al Sagrado Corazón de Jesús, manso y humilde.
El verdadero discípulo de Jesús se dispone siempre a servir antes de ser servido, sale al encuentro -como María Santísima- del hermano que sufre sin demora para asistirlo, acompañarlo, curando las heridas con el aceite nuevo de la fraternidad.
El verdadero discípulo de Jesús no se deja amedrentar por los falsos profetas de calamidades, invoca permanentemente al Espíritu Santo como Fuente de todo consejo para que lo ilumine en la oscuridad del camino, y así no caer en la red del cazador.
El verdadero discípulo de Jesús, si bien libra las batallas en su corazón, tiene un compromiso con la comunidad eclesial, la Patria, la sociedad, la familia, la humanidad, el cosmos y el cuidado de toda la creación, como artesano de la paz.
El verdadero discípulo de Jesús es consciente del llamado para anunciar que el Reino de Dios está cerca invitando a una profunda y autentica conversión.
El verdadero discípulo de Jesús sabe que, en este desierto cotidiano, necesita la ayuda de María Santísima y de San José, como también de los santos que lo precedieron.
El verdadero discípulo de Jesús, para recorrer un camino de santidad hacia la Casa del Padre, debe intentar, con la asistencia del Espíritu Santo, sembrar La Palabra cotidianamente con humildad y perseverancia, a través de sus testimonios con coherencia de vida, dando frutos en abundancia.
El verdadero discípulo de Jesús se propone, con la ayuda de la gracia, llegar al final de sus días en este mundo, como le enseñaba San Pablo a Timoteo: “He peleado hasta el fin, el buen combate, concluí mi carrera, conservé la fe” - (II Timoteo 4,7).



¡Alabado sea Jesucristo!

PAZ Y BIEN

JULIO/AGOSTO 2023

EDUARDO

domingo, 28 de mayo de 2023

EL ESPÍRITU DE LA VERDAD AÚN NOS CUESTA RECONOCERLO EN LA PROPIA VIDA

“El Espíritu de la Verdad Él los introducirá en toda la Verdad” -Jn.16-


Como Pueblo de Dios peregrino, caminamos por este desierto cotidiano en la espera de un Nuevo Pentecostés.
Sabemos que: “El Amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por El Espíritu Santo que se nos ha dado” -Jn.14,26-
Pero aún nos cuesta reconocerlo en la propia vida.
Quizá, por la fragilidad e inconstancia que tiene su raíz en una fe débil, en una esperanza desconfiada, en un amor que intermitentemente se enfría, por no abandonarse sin condicionamientos, en El Amor de Jesús Resucitado.
Muchas veces, hay dureza en el propio corazón, proclive a ser tentado y atacado por el león rugiente, el demonio, debido al vaivén de los propios estados de ánimo y a las tentaciones del mundo.
Esto obstaculiza y detiene dejarnos conducir por Aquel -Espíritu de la Verdad- que sabe más de nosotros mismos.
Si vivimos animados por El Espíritu Santo que habita en nosotros dejémonos conducir por Él.
San Pablo refuerza esta afirmación: “Todos los que son conducidos por El Espíritu de Dios son hijos de Dios” -Rm.8,14-.
Por lo tanto, debemos invocar permanentemente Al Maestro Interior para que nos conceda la gracia del recto discernimiento, por el camino de la humildad a través de la oración del corazón.
San Pablo nos ilumina con un lenguaje fuerte pero certero: “El Mismo Espíritu Viene en ayuda de nuestra debilidad porque no sabemos orar como es debido, pero El Espíritu intercede por nosotros con gemidos inefables” -Rm.8,26-
San Pablo nos recuerda: “Ustedes hermanos han sido llamados para vivir en libertad, pero, procuren que esa libertad no sea un pretexto para satisfacer deseos carnales. Háganse más bien servidores los unos de los otros, por medio del Amor” -Gal.5,13-
¿Cómo reconocemos Al Espíritu de La Verdad en la propia vida?
Cuando aparecen los frutos del Mismo Espíritu en nuestro comportamiento, actitudes, gestos, sentimientos, miradas que se asemejan a las de Jesús: Amor, alegría, Paz, magnanimidad, afabilidad, bondad, confianza, mansedumbre y temperancia. -Gal.5,22-
Para recorrer este camino y no caer en el error de nuestra soberbia, recurramos a La Madre de Dios y Madre nuestra con San José que nos iluminan con Sus gestos actitudes, sentimientos y pensamientos propios de Su Hijo Jesús.
En la Alborada de este nuevo Pentecostés dejémonos conducir por El Dulce Huésped del Alma abriendo los oídos del corazón, escuchando en el silencio, que es el lenguaje de Dios, la voz interior del Amor que nos guía por camino de la transformación y nos penetra en lo profundo de nuestro ser con El Fuego de Su Amor.


¡ALABADO SEA JESUCRISTO!

¡VEN ESPÍRITU SANTO!

SANTO Y BENDECIDO PENTECOSTES. ALELUYA ALELUYA

UN ABRAZO FRATERNO

EDUARDO

MAYO/JUNIO 2023