"Yo soy el que vive"Ap.1,18: 2011

ADORACION

MOVIMIENTO DIOCESANO DE ADORACION EUCARÍSTICA PERPETUA - SAENZ 572 - LOMAS DE ZAMORA


¡JESÚS TE ESPERA SIEMPRE!

¡DECÍDETE A VISITARLO!

TE INVITAMOS A LA COMUNIDAD DE ADORADORES

Capilla "María Reina de los Apóstoles"

Capilla "María Reina de los Apóstoles"
Capilla "María Reina de los Apóstoles"

miércoles, 30 de noviembre de 2011

ADVIENTO

                                                    EL ADORADOR SIERVO PRUDENTE

                                                                 ¡Ven Señor y no tardes!



En la arrogancia de una humanidad que se jacta con obstinada omnipotencia y exacerbada vanidad de vivir en un mundo violento, con un Dios olvidado y muchas veces silenciado por nosotros -cristianos, católicos- aún desde esta realidad contradictoria:
¡Esperamos la Venida del Señor!
El adorador descubre y prepara el Misterio de la Navidad-Misterio de la Redención en la Presencia Viva del Amor.
-Ven Señor Jesús- porque hemos perdido la alegría y la esperanza, nos cuesta interpelarnos en lo profundo del corazón sin buscar justificaciones ni complacencias.
Nos hemos dejado arrastrar por el facilismo que nos ofrece el mundo.
"Yo les daré una alegría que nadie les podrá quitar" dice el Señor -Jn 16,22-.
-Ven Señor Jesús- ayúdanos a derribar los obstáculos de nuestros caprichos, de la mediocridad espiritual, rutinaria, producto de la tibieza forjada en un -simulacro espiritual- que alienta la hipocresía para esconder nuestra debilidad vacía de fe, esperanza y amor.
"Señor, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con un espíritu firme" -Sal.50,12-.
-Ven Señor Jesús- ¡Príncipe de la Paz! porque necesitamos la paz en nuestra Nación, en la comunidad, en las familias y en nuestro corazón herido por el pecado y rescatado por Tu Preciosísima Sangre, en este tiempo de sobrada confusión, de complejidad y oscuridad crecientes, pero, rico en Gracia y Misericordia.
-Ven Señor Jesús- ayúdanos a comprender desde Tu Mirada los signos de los tiempos que requieren de nuestra humildad y conversión permanente para atender al hermano que sufre, acompañarlo y consolarlo en su desdicha.
-Ven Señor Jesús- Ilumínanos con Tu Espíritu para que preparemos Tu Venida en vigilancia y oración, expectantes, como siervos prudentes, sensatos, con las lámparas encendidas que desborden el aceite divino de Tu Amor.
Los adoradores nos proponemos ser vigías atentos a la Venida del Señor en los últimos tiempos.
-Ven Señor Jesús- enséñanos a amar como Tu Amas, como Tu lo aprendiste en el seno de la Sagrada Familia, para que también nosotros podamos ser educados y acompañados por la Santísima Virgen María y San José que siempre nos conducen por el camino seguro.
-Ven Señor Jesús- que esta comunidad de adoradores renovando el gozo de Tu Venida pueda con júbilo contagiar a nuestros hermanos. Anunciando que -al cumplirse la plenitud de los tiempos- el Hijo de Dios se hizo hombre para infundirnos la alegría de la eternidad prometida.
Así como los Reyes Magos adoraron al Niño Dios en el pesebre de Belén, así también los adoradores Adoramos la Presencia Viva, Real del Amor que prometió quedarse con nosotros hasta el fin de los tiempos.

Paz y Bien
en esta Navidad

¡Alabado sea Jesucristo!

Eduardo

E.M.M.

sábado, 29 de octubre de 2011

Coronación de la Santísima Virgen

"El Adorador corona a María Reina de la Paz, ofreciendo el servicio orante, silencioso y contemplativo para la Iglesia de Cristo"


En el amanecer del nuevo milenio la humanidad pareciera encaminarse por la oscuridad de sus empecinamientos impregnados de un relativismo recalcitrante.
Vivimos en la ausencia de Dios, pero en la presencia de una obsecuente, pertinaz y provocadora idolatría -dioses de pie de barro- al que adherimos cotidianamente -consumismo, hedonismo, poder, etc.- precipitándonos en el vacío, la angustia y la soledad.
Paradójicamente, los que pretendemos e intentamos seguir al Señor como: misioneros, testigos, discípulos, profetas, adoradores, anhelamos vivir en la coherencia y radicalidad del Evangelio -las enseñanzas de Jesús- con el amparo de Su Santísima Madre la Virgen María.
¿A quiénes en la cercanía o aún más alejados a Ella, no nos conmueve el contemplarla?
Es la Madre de Dios. Ella es, también, la Madre de todos -de los que están cerca, como de los que están lejos-.
Como toda buena Madre siempre se encuentra dispuesta a acompañarnos por el camino de la vida a la Casa del Padre.
Es la Servidora por excelencia -llena de la sabiduría de Dios-.
Su Magisterio es el servicio, abandonada en el fiat -hágase en Mí según has dicho- adherida siempre a la voluntad de Dios.
Los adoradores nos proponemos Coronarla, ofreciendo con humildad y sencillez el servicio orante, silencioso y contemplativo -aprendido en la escuela de la Santísima Madre- para interceder por nuestra Iglesia Diocesana y Universal.
Para el adorador, la Coronación a María se aprecia y comprende en tres dimensiones:
1. La Coronación cósmica universal -María Reina y Señora de todo lo creado-.
2. La Coronación diocesana -María Reina de la Paz y Madre de todos-.
Primera Adoradora nos educa en el amor a Jesús Eucaristía -Fuente de Vida y Fecundidad en las comunidades parroquiales-.  
3. La Coronación en el corazón.
Nos detenemos en esta dimensión para intentar penetrar en el  corazón Inmaculado de María que se encuentra íntimamente unido al corazón de Jesús.
Escuchando y descubriendo los latidos de nuestro corazón a través de una devoción y seguimiento perseverantes, encarnados en las propias acciones cotidianas, purificadas en el crisol del amor.
El camino del ejercicio orante, silencioso y contemplativo, se encuentra fecundado e iluminado por la Palabra de Dios, la oración del corazón, la Eucaristía, el Sacramento del perdón frecuente, ayuno -obras de misericordia-.
Este es un tiempo de gracia y gozo para nuestra Diócesis.
- Tiempo para la oración. Como nos enseña María -meditando y conservando las cosas en el corazón-.
- Tiempo para revisar y actualizar la misión, como lo señala María -hagan lo que Él les diga-.
- Tiempo para el servicio configurados en los sentimientos y actitudes de María -partir sin demora al encuentro del hermano necesitado-.
- Tiempo para Coronarla en nuestro corazón -"Feliz de Ti por haber creído que se cumpliera lo que fue anunciado por parte del Señor"-. 
  
                                        ORACIÓN

                      Oh Padre bondadoso y Misericordioso
              que has elegido a María desde toda la eternidad
                como Hija predilecta, Madre de Tu hijo Jesús.
                   Permite a esta comunidad de Adoradores
                              -en espíritu y en verdad-
             Coronar a María Reina de la Paz en los corazones
                       para Gloria de TU Nombre. Amén

¡Alabado sea Jesucristo!





    

viernes, 23 de septiembre de 2011

Cuando la Adoración Eucarística se hace presencia viva en nuestra vida

                                  "Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí" Gal.2,20



Si el gozo que experimentamos animados por el Espíritu del Señor, en la ternura de Dios para Adorar a Jesús Eucaristía no se refleja y configura en la vida cotidiana por la humildad, alegría, paz, mansedumbre, tolerancia, comprensión, etc..., todavía no hemos comprendido el significado del llamado para ser instrumentos de Su gracia, como fieles testigos de Su gran Amor.
Aparecerá en nosotros esa Presencia Real, resplandeciente, encarnada, cuando transformado el corazón, comencemos a manifestarnos con los sentidos purificados, reflejados en sus propios actos, sentimientos, acciones, actitudes, proyectos, etc., con una luminosidad tan evidente que se hace testimonio vivo y nos compromete en el servicio para ser verdaderos adoradores.
La comunidad de adoradores no se encierra solo en súplicas, peticiones y alabanzas para satisfacer demandas individuales, sino que se abre como Iglesia ofreciendo este momento trascendente, por la Iglesia Diocesana, y Universal, la santidad en las vocaciones y por todos aquellos que no conocen el Amor de Dios.
Las vivencias espirituales enriquecidas por la gracia durante la Adoración Eucarística, nos ayudan a descubrir como Jesús nos regala en esa intimidad del encuentro los rasgos de Su Amor, que nos hacen más parecidos a Él.
Ahora comenzamos a darle sentido y comprender al Apóstol Pablo cuando nos dice:"Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí", porque la vida es impregnada por el Amor de Jesús y la luz del testimonio será la herencia recibida que alumbrará cada una de nuestras acciones.
Contemplemos el Misterio de la Fracción del Pan, dejándonos invadir en el silencio del corazón, por el Amor de Jesús.
Intentemos interpelarnos sensata y honestamente acerca de la propia coherencia de vida.
Que María Santísima tabernáculo de Jesús, Primera Adoradora, nos ayude a vivir irradiando el Amor de Su Hijo.

¡Alabado sea Jesucristo!

Eduardo

E.M.M.

lunes, 22 de agosto de 2011

Vivencias del Adorador



En compañía de Jesús Sacramentado

 Vengan a Mí todos los que están afligidos y agobiados, y Yo los aliviaré" Mt. 11, 28

La Gracia de Dios Padre en su infinito Amor Misericordioso nos regala a su Hijo como reflejo de su mismo Amor, para que se cumpla el designio de Salvación en cada uno de nosotros y el mundo entero.
En ese Amor Trinitario, durante la hora de Adoración Eucarística se desarrollan como en contínuo, momentos de real trascendencia y significado que nos introducen y preparan en un clima de silencio y contemplación la apertura del corazón por el que nos disponemos, para el encuentro con Jesús Eucaristía.
No solo se circunscribe a cada  adorador, sino, a su familia, amigos, comunidad, país, humanidad y el cosmos.
Más aún como Bautizados, participamos de la Comunión de los Santos y nos unimos a través de la Iglesia Peregrina, a la Purgante y a la Triunfante por lo que se abre un camino directo y sin atajos, en la que el cielo y la tierra se comunican y se encuentran unidos en la presencia Real de Jesucristo.
Es aquí cuando comenzamos a tomar contacto y darnos cuenta muy precariamente de la dimensión y repercusión universal del Amor de Dios que nos invita a Su encuentro, para responder decidida y comprometidamente al "llamado" como adoradores.
En compañía de Jesús, en esta cita privilegiada, amorosa y plena, nos presentamos al comienzo de la hora de Adoración con un corazón agitado, apesadumbrado, dolorido por las enfermedades, los miedos, la angustia, las pérdidas, el pecado.
Paulatinamente ve deteniéndose en la aceleración de su palpitar y, en el silencio del corazón, la paz comienza a apoderarse de nosotros, es Jesús que nos dice: " No temas, Yo estoy contigo".
Ahora podemos respirar profundamente. Sabemos que el Señor conoce todo. Espera de nosotros la petición y la súplica, para purificar la fe, la esperanza y el amor.Luego nos encontramos mejor preparados y disponibles para Él.
Con el corazón un poco más repuesto, la oración se hace diálogo y la contemplación el clima propicio para la escucha.
Después de las alabanzas, acción de gracias, súplicas y oraciones, el Señor suscita en nosotros el compartir y vivir con nuestros hermanos esta intensa y fecunda hora de Adoración Eucarística, a pesar de las incomprensiones, rechazos y burlas.
No olvidemos que Jesús experimentó en carne propia todas estas formas de comportamiento, pero nos anima y recuerda: " Un profeta es despreciado solamente en su pueblo, en su familia y en su casa"-Mc.6,4-
Todas estas contradicciones se transformarán por el amor del Espíritu Santo que habita en nosotros en: paz, comprensión, tolerancia, diálogo, escucha, paciencia, esperanza, confianza y amor.
Cerrando esta Hora Santa con Jesús Sacramentado, alimentados por Su Palabra y fortalecidos por Su Presencia, nos animamos a llevar a nuestros hogares y a otros sitios según responsabilidades y deberes de estado, la impronta para que reflejemos Sus sentimientos, gestos, actitudes, comportamientos, como verdaderos testigos de Su inmenso Amor.
Intentemos con la ayuda de la Santísima Virgen María dejarnos renovar por Su Hijo Jesús, tratando de abrir el corazón a sus enseñanzas.

¡ Alabado sea Jesucristo!

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___Disposición del Adorador___

 -Pureza de corazón-

Purificar el corazón nos servirá para reconocer el rostro de Dios en cada hermano, para captar Su Plan de Salvación en la situación actual de la Iglesia y sociedad, trabajando por la paz, con un corazón misericordioso.(1P1, 3-9)

 -Espíritu de oración-

Es buscar dentro de la voz del Espíritu, " el Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad porque no sabemos orar como es debido; pero el Espíritu intercede por nosotros con gemidos inefables ( Rom. 8,26).
San Agustín identifica la oración con el deseo.
Ch.de Foucould-dice- la oración: "es pensar en Dios amándolo".
No estaremos educados en la oración si solamente nos limitamos a suscitar sentimientos, súplicas y peticiones, sin dejarnos verdaderamente transformar por el Señor.

 - Conversión contínua-

Continuando por el camino de la conversión San Agustín nos advierte.
Atravesamos por dos faces, ambas temporalmente pueden encontrarse muy distantes una de la otra: " la conversión del entendimiento y la del corazón".
Si el corazón no es sanado de la soberbia y el orgullo, dificilmente la inteligencia llegará a comprender qué es hacer la voluntad del Padre, porque están bloqueados los caminos debido a nuestros errores, egoísmo , envidia, caprichos y pecados, que nos imposibilitan llegar a una sana relación con Dios, con nuestros hermanos y con nosotros mismos(Leer- Descubriendo en el camino de la conversión la Voluntad de Dios).


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jueves, 21 de julio de 2011

¿ A quién adoramos?

Adoramos a un Dios Vivo




El misterio que  se nos revela en la cercanía al Santísimo Sacramento, Presencia Real, Pan Vivo bajado del cielo, es un recinto sagrado donde intentamos reconocer y agradecer con primordial fervor la manifestación del amor de Dios Padre en Su único Hijo.
Los adoradores nos disponemos en cada encuentro con Jesús Eucaristía a palpitar la Gloria del Dios Vivo y Verdadero como depositarios de su eterno Amor.
Peregrinos a la casa del Padre y en la travesía por el desierto cotidiano, recibimos el llamado para ser consagrados a la Adoración Eucarística, abriendo la puerta del corazón.
Cuando proclamamos al Verdadero Dios, no es precisamente aquel que se acomoda a nuestra manera de sentir y pensar, un dios acomodaticio según los propios caprichos, súplicas o algún acto de reparación; practicamente, un dios hecho a medida, un dios domado.
El Dios Vivo y Verdadero al que adoramos, glorificamos, alabamos, agradecemos y reparamos, es un Dios lleno de Bondad y Misericordia, pero, cuando  irrumpe en nuestra vida trastoca todos los hábitos enquistados,echando abajo todo lo viejo.
Animados por su mismo Espíritu, respeta los ritmos y tiempos, para acompañar, iluminar y fortalecer a la persona en la ardua y perseverante tarea que demanda remover los obstáculos que impiden reconocerlo como Dios Vivo, pues, el egoísmo, la envidia, los celos, la ira, la injusticia, los deseos desordenados, etc.etc., nos alejan de participar en dicha experiencia.
Nuestro corazón se regocija en el Señor, cuando, el sentir, pensar y obrar, reflejan la impronta del Dios Vivo y se conecta con la vida cotidiana, que, edificada en la fe, esperanza y amor, se nutre en la Palabra de Dios, los Sacramentos, la oración del corazón, obras de misericordia, ayuno y Adoración Eucarística.
Plenamente renacerá la primavera en nuestra vida cuando derribemos los falsos dioses y vanas idolatrías a las que estamos expuestos y adherimos.
Entonces aparecerá el discípulo, el hombre Pascual, imagen del Dios Vivo y Verdadero.
Que María Madre del Dios Viviente nos enseñe a descubrir a Su Hijo y, a dar razón con el propio testimonio a los hermanos.

¡Alabado sea Jesucristo!

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Contemplación

La entrada a la contemplación es análoga a la Liturgia Eucarística: " recoger" el corazón y todo nuestro ser bajo la moción del Espíritu Santo, habitar la morada del Señor que somos nosotros mismos, despertar la fe para entrar en la Presencia de Aquel que nos espera, hacer que caigan nuestras máscaras y volver nuestro corazón hacia el Señor que nos ama, para ponernos en sus manos como una ofrenda que hay que purificar y transformar( 2711-CIC)

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------    Magisterio de la Iglesia

El Concilio Vaticano II ha puesto a la luz el papel singular que el Misterio Eucarístico tiene en la vida de los fieles.
                (Sacrosanctum Concilium.Nu.48-54, 56)

La Adoración que practicamos, debe ser centro de la vida del Pueblo de Dios.
" Os rogamos... que promovais, sin economizar palabras y fatigas, el culto eucarístico, al cual deben conducir y converger, finalmente, todas las otras formas de piedad".
                                                                                           ( Pablo VI- Mysterium Fidei, num.65)

Todos en la Iglesia...deben vigilar que este Sacramento de Amor sea el centro de la vida del Pueblo de Dios, para que a través de todas las manifestaciones del culto debido, se procure devolver a Cristo" Amor por Amor" para que Él llegue a ser " vida en nuestras almas".
"Jesús no es una idea, ni un sentimiento, ni un recuerdo, Jesús es una persona viva siempre, y presente entre nosotros"
                                       ( beato Juan Pablo II 8/11/78)

Es oportuno recordar al respecto, las diversas acepciones que el vocablo" adoración" tiene en la lengua griega y la latina. La palabra proskýnesis indica el gesto de sumisión, el reconocimiento de Dios como nuestra verdadera medida, cuya norma aceptamos seguir.
La palabra latina ad-oratio, en cambio denota el contacto físico, el beso, el abrazo, que está implícito en la idea del amor. El aspecto de la sumisión prevé una relación de unión, porque Aquél a quien nos sometemos es Amor.
De hecho en la Eucaristía la adoración debe convertirse en unión: unión con el Señor Vivo y después con su Cuerpo Místico.
" Dios no está solo frente a nosotros, como si fuese el totalmente Otro".
Está dentro de nosotros y nosotros estamos en  Él. Su dinámica nos penetra y desde nosotros quiere propagarse a los demás y extenderse a todo el mundo, para que su amor sea realmente la medida dominante del mundo.
                                                   ( Enseñanzas, Vol.I, 200,pp.457s.)

Ya decía San Agustín:" Nadie come de esta carne sin antes adorarla...pecaríamos si no la Adoráramos". En efecto, en la Eucaristía el Hijo de Dios viene a nuestro encuentro y desea unirse a nosotros; la Adoración Eucarística  no es si no la continuación de la celebración Eucarística, la cual es en sí misma el acto más grande de adoración de la Iglesia- Sacramentum Caritatis.

viernes, 17 de junio de 2011

El Maestro íntimo del alma

                 " El Espíritu de la Verdad los guiará hasta la Verdad plena".  Jn. 16,13


Seducidos por la diversidad de un mundo globalizado, nosotros los cristianos fácilmente caemos- en la red del cazador-.
Cuando mimetizados, distraídos, pero confundidos, muchas veces sin darnos cuenta, aceptamos el soborno de imágenes e información contaminadas por la vanidad.
Haciéndonos cómplices, acomodamos la vida según convenga.
Arrastrados por una corriente laicista que trata de imponer- a toda costa- una moral y ética reflejada en hábitos costumbres y usos, nos apartan y alejan del verdadero Camino, Verdad y Vida que es Cristo mismo.
En este camino de crecimiento espiritual iniciado y consagrado al servicio de la Iglesia en la misión de adoradores- en espíritu y en verdad-somos fortalecidos e iluminados en el amor por el Maestro íntimo.
San Pablo nos recuerda:" Todos los que son movidos por el Espíritu de Dios son hijos de Dios".Rm.8, 14-
En la medida que nos dejemos guiar por el Maestro íntimo del alma, despertará en nosotros una vida espiritual intensa conducida como dice el salmista: " Tu Espíritu bueno me conducirá a la tierra recta".
En esta docilidad el Maestro íntimo encenderá el fuego de su amor e infundirá la luz para comprender las enseñanazas de Jesús, el calor para derretir los pecados y la vida para abrirnos al amor y la santidad.
San Pablo nos señala:" Si vivimos animados por el Espíritu, dejémonos conducir por Él"-Gal. 5,25-
En la liturgia de Pentecostés, el himno "Veni Creator" expresa con claridad lo que el Espíritu Santo- El Maestro íntimo opera en el alma: Lava lo sucio, suaviza lo duro, calienta lo frío, rectifica lo que se ha desviado. Infundiendo los siete dones según la fe de sus siervos.
El Maestro íntimo del alma nos libera- rompe las cadenas- nos ayuda a despegarnos de los afectos desordenados, y posesiones que nos esclavizan porque somos vulnerados en la libertad.
San Pablo nos enseña:" El que se adhiere a Dios forma un solo Espíritu con Él."-1Cor. 6,17
 El Maestro íntimo nos despierta, inspira, anima y consuela para encaminarnos hacia lo que Dios quiere de nosotros.
Detengámonos en las enseñanazas de San Francisco de Sales:
Sin inspiración nuestras almas vivirán una vida perezosa e inútil, mas cuando llegan los divinos rayos de la inspiración sentimos una luz mezclada de calor vivificante, lo cual ilumina nuestro entendimiento, despierta y anima nuestra voluntad, dándonos fuerza para querer y hacer el bien que se refiere a la salud eterna.( Tratado de amor de Dios-libro 8, cap.9)
Para vivir esa intimidad será necesario e indispensable la oración, para que en ese clima confiado e iluminado percibamos la paz y la alegría frutos del Espíritu que " viene en ayuda de nuestra debilidad"-Rom.8,26-
 Imploremos a María Madre de la Iglesia, Esposa del Espíritu Santo para que vivificados y renovados por el fuego del Amor en este nuevo Pentecostés, el Maestro íntimo transforme nuestro corazón en verdaderos templos vivos para Gloria de Dios Padre en la Presencia Real de Su Hijo.


                                                     ORACIÓN

                                    Oh Dios
derrama sobre tu Iglesia en este nuevo Pentecostés
                        tu Espíritu de Amor
Vivifica y renueva los corazones de esta Comunidad de Adoradores
           para que transformados por el Maestro íntimo del alma
                              en templos vivos,
      podamos glorificar Tu nombre en la Presencia Real.
                                 Amén

                           ¡ Alabado sea Jesucristo!

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                                                      CONTEMPLACIÓN

La contemplación es también el tiempo fuerte por excelencia de la oración. En ella, el Padre nos concede " que seamos vigorosamente fortalecidos por la acción de su Espíritu en el hombre interior, que Cristo habite por la fe en nuestros corazones y que quedemos arraigados y cimentados en el amor" (Ef 3, 16-17) -2714CIC-
La Contemplación es escucha de la Palabra de Dios. Lejos de ser pasiva, esta escucha es la obediencia de la fe, acogida incondicional del siervo y adhesión amorosa del hijo.
Participa en el "si" del Hijo hecho siervo y en el "fiat" de su humilde esclava.
La contemplación es silencio, este "símbolo del mundo venidero" ( San Isaac de Nínive, trac.Mist.66) o " amor silencioso"(San Juan de la Cruz).
Las palabras en la oración contemplativa no son discursos sino ramillas que alimentan el fuego del amor. En este silencio, insoportable para el hombre "exterior", el Padre nos da a conocer a su verbo encarnado, sufriente, muerto y resucitado, y el Espíritu filial nos hace partícipes de la oración de Jesús.(2717 CIC)

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miércoles, 18 de mayo de 2011

La Presencia Viva de Dios

ACTITUD CONTEMPLATIVA DEL ADORADOR EN EL SILENCIO PROFUNDO PARA ORAR.

"Como la cierva sedienta
 busca las corrientes de agua,
 así mi alma suspira por ti,
 mi Dios" Sal. 41,2

Todo ser humano siente cierta nostalgia de Dios.
El cristiano goza al ser depositario del tesoro en vasijas de barro que transporta. (2 Cor. 4,7)

SILENCIO

Cuánto más sea la oración del corazón silenciosa y profunda, será mejor reflejada con luminosidad en la vida cotidiana.
Necesitamos el silencio para lograr en la intimidad del encuentro con el Señor, escucharlo, atenta y verdaderamente en la brisa suave.(1 Rey.19 13-17)
El silencio nos ayuda a la oración profunda.
El silencio de la lengua nos predispone a penetrar en el ámbito sagrado de nuestro corazón.
"Que nuestra oración se oiga, no depende de la cantidad de palabras, sino el fervor de nuestras almas( San Juan Crisóstomo"(ecl.2).

CONTEMPLACIÓN

La entrada a la contemplación es análoga a la Liturgia Eucarística:"recoger" el corazón y todo nuestro ser bajo la moción del Espíritu Santo, habitar la morada del Señor que somos nosotros mismos, despertar la fe para entrar en la Presencia de Aquel que nos espera, hacer que caigan nuestras máscaras y volver nuestro corazón hacia el Señor que nos ama para ponernos en sus manos como una ofrenda que hay que purificar y transformar.(2711-CIC)

sábado, 30 de abril de 2011

El regalo del Padre

Decimos que la Adoración Eucarística es un regalo del Padre, no solo a la comunidad de Adoradores, sino a la Iglesia toda.
Regalo del Padre a los que reciben el llamado a la Adoración Eucarística, para que en la fuente de Agua Viva calmen la sed del desierto cotidiano, y sepan  redescubrir el ardor y celo apostólico que se nutre en la Palabra de Dios, los Sacramentos, la oración permanente y las obras de misericordia.
Regalo del Padre a las comunidades parroquiales que despertando a un nuevo amanecer, Jesucristo el Hijo de Dios Vivo reine en los corazones, e iluminados por el mismo Espíritu, bendiga con fecundidad y santidad necesaria, suscitando vocaciones sacerdotales, religiosas, ministeriales y de especial consagración.
Regalo del Padre a los que sintiéndose desprotegidos, angustiados y agobiados, encontraron el alivio y fortaleza en la Presencia Real.
Regalo del Padre para aquellos que estaban perdidos y fueron rescatados por el Amor Misericordioso.
Regalo del Padre para aquellos que sufriendo pérdidas, fueron reconfortados amorosamente por  Jesús, reparador de brechas profundas invitándolos y alentándolos a continuar el camino.
Regalo del Padre a los enfermos que abandonándose en el Señor, recibieron la Gracias de reconocer en el dolor un gran designio de amor, para su purificación  y la de otros.
Regalo del Padre, para que en el caos sepamos distinguir con claridad los signos de los tiempos, dedicándonos al servicio de nuestros hermanos como testigos del Amor, e iluminados por el Sol Eucarístico podamos ser luz del mundo y sal de la tierra.
Regalo del Padre en María Madre de la Paz, patrona de esta Diócesis. Ella, Medianera de todas la Gracias, nos ayude a descubrir el amor Sacratísimo de su Hijo, transmitiendo la alegría y esperanza de la salvación para todos, a través de nuestra vida.
Que este acontecimiento de Gracia, provoque en nosotros un sacudimiento del letargo, desánimo, desconcierto e insensatez.
Iluminados por el Espíritu del Señor, reconozcamos la ternura del Padre en la Ofrenda de su Hijo, que en la fracción del pan se quedó con nosotros hasta la consumación del mundo.
¡ Auméntanos la fe, Señor!

Volvamos la mirada a María y a José, primeros Adoradores, para palpitar en el corazón el Misterio de la Encarnación, preludio de la Salvación.

¡Alabado sea Jesucristo!

Eduardo

E.M.M.