"Yo soy el que vive"Ap.1,18: diciembre 2018

ADORACION

MOVIMIENTO DIOCESANO DE ADORACION EUCARÍSTICA PERPETUA - SAENZ 572 - LOMAS DE ZAMORA


¡JESÚS TE ESPERA SIEMPRE!

¡DECÍDETE A VISITARLO!

TE INVITAMOS A LA COMUNIDAD DE ADORADORES

Capilla "María Reina de los Apóstoles"

Capilla "María Reina de los Apóstoles"
Capilla "María Reina de los Apóstoles"

domingo, 2 de diciembre de 2018

LA ADORACIÓN EUCARÍSTICA FUENTE DE VIDA NUEVA

“Ustedes sacarán agua con alegría de la fuente de la salvación” -Is. 12, 3-



En la travesía por el desierto cotidiano, El Señor se hace presente siempre y está en cada uno de nosotros, aunque pareciera que nos ha abandonado en la prueba de la desolación y nos regala Su consuelo.
En esa Presencia Viva Real camino a la Jerusalén celestial, nos invita a beber y a saciarnos en la Fuente misma de la Vida, el Amor, la santidad y la sanación.
Celebramos con gozo y agradecimiento en este tiempo de espera al Rey de la Gloria, estos 20 años de Amor Eucarístico, que El Señor de la Historia por Su Misericordia y Ternura derrama en cada una de las comunidades de esta diócesis.
Desde allá nos ha llamado a este servicio santo para Gloria de Dios y la salvación de las almas.
Al comienzo del llamado, en el encuentro con Jesús Sacramentado, nos entregamos al misterio desde la propia debilidad y fragilidad, para abrirnos al Amor de Dios.
Su Hijo Jesucristo desea transformar el corazón y nos invita a trabajar por El Reino, para que intercedamos por los hermanos que no conocen El Amor de Dios, los que están alejados, los indiferentes, los que Lo rechazan, los que Lo persiguen.
Esta es la misión trascendental por la que fuimos llamados como piedras vivas y lámparas encendidas para que en el silencio de la contemplación por la oración ayudemos a la regeneración del cosmos.
En este nuevo Adviento, María Santísima Tabernáculo del brote de Jesé, nos llama a ponernos de pie, porque la Venida de Su Hijo está cerca.
Preparemos el corazón con la oración permanente en el Santo Rosario, la Eucaristía, el Sacramento de la confesión, la Adoración Eucarística y el ayuno.
Ofrezcamos nuestros dolores físicos y existenciales por la paz social de la Patria, comenzando por la propia purificación y conversión del corazón como también, la de todos los hermanos.
Jesús en este tiempo nos llama a construir la Paz que nace en nuestro corazón y se irradia en el acontecer diario a los que están cerca o más alejados a través de los testimonios.
Abramos los oídos del corazón para escuchar a María Santísima que con la urgencia del Amor de Madre clama para que ningún hijo se pierda al final de estos los últimos tiempos.
Abramos además los ojos para percibir los signos de los tiempos: “Aprendan esta comparación tomada de la higuera, cuando sus ramas se hacen flexibles y brotan las hojas, ustedes se dan cuenta que se acerca el verano. Así también cuando sucedan todas estas cosas, sepan que el fin está cerca, a la puerta” dice el Señor -Mc. 13, 28-29-
No permitamos ser enredados por el demonio, para crear separación, rencor, susceptibilidad, juicios apresurados, condenas, falta de amor en la familia, amigos, barrio, Iglesia, Patria.
Ofrezcamos los propios sufrimientos de hoy con la alegría de sabernos pronto liberados por El Señor: “Yo hago nuevas todas las cosas” -Ap. 21, 5-
Que María Santísima refugio de los pecadores y Madre de los afligidos con su esposo San Jose nos ayuden a caminar en la confianza que no defrauda, para esperar un tiempo nuevo y una tierra nueva.



¡Alabado sea Jesucristo!

¡VEN PRONTO JESÚS QUE TE ESPERAMOS!

E. M. M.