"Yo soy el que vive"Ap.1,18: octubre 2019

ADORACION

MOVIMIENTO DIOCESANO DE ADORACION EUCARÍSTICA PERPETUA - SAENZ 572 - LOMAS DE ZAMORA


¡JESÚS TE ESPERA SIEMPRE!

¡DECÍDETE A VISITARLO!

TE INVITAMOS A LA COMUNIDAD DE ADORADORES

Capilla "María Reina de los Apóstoles"

Capilla "María Reina de los Apóstoles"
Capilla "María Reina de los Apóstoles"

domingo, 6 de octubre de 2019

EL AMOR ABRE EL CAMINO A LA MISERICORDIA

“Sean misericordiosos como El Padre de ustedes es Misericordioso” -Lc. 2, 36-



Estamos acostumbrados a juzgar y a imaginar sin fundamentación real, solo basado en prejuicios, a supuestos enemigos por todas partes, aún en la propia familia, amigos y comunidad.
Así difícilmente podemos construir en la verdad, una sociedad sana y una vida sana.
Con el látigo implacable de la lengua, juzgamos, denostamos y condenamos perdiendo el tiempo fecundo para amar.
“Si estás juzgando a las personas no tienes tiempo para amarlas” nos recuerda La Madre Teresa.
El corazón se llena de cizaña y escoria incitada sutilmente por el enemigo, demonio, que se encuentra siempre agazapado aprovechando la propia debilidad.
Por lo tanto, la vida del cristiano no se encuentra en sintonía con el Corazón de Jesús -paciente y humilde- como fieles testigos de Su Amor.
Para seguir a Cristo como discípulos misioneros se requiere de la osadía, la disponibilidad y la entrega sin condicionamientos, fundada en la humildad, fruto del amor, por obra de la gracia.
“El que no toma la cruz cada día y me sigue no es digno de Mí” dice El Señor.
El desafío para darnos cuenta en qué medida somos seguidores de Cristo y si respondemos con la vida misma cotidianamente a Su mandato, es detenerse en el Evangelio de Lucas 6, 27-38.
“Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian, bendigan a los que los maldicen y rueguen por los que los difaman”
El Señor nos interpela amorosamente: Si aman aquellos que los aman ¿Qué mérito tienen? Porque hasta los pecadores aman aquellos que los aman.
Si hacen el bien aquellos que se lo hacen a ustedes ¿Qué mérito tienen? Eso hacen también los pecadores.
“Amen a sus enemigos, hagan el bien sin esperar nada a cambio”
Jesús nos muestra el camino para corregir y sanar por la invocación y asistencia del Espíritu Santo el corazón, porque es ahí donde radican y comienzan todos los males.
El Señor nos facilita tres claves como ejercitación permanente:

No juzguen y no serán juzgados
No condenen y no serán condenados
Perdonen y serán perdonados

Pero cómo llegar a estas claves si no preparamos el corazón, con la oración -el Rosario- la Eucaristía si es posible diariamente, el sacramento de la reconciliación y la Adoración Eucarística?         
En este tiempo de gran confusión y tribulación donde se exacerban las emociones, los sentimientos, las ideas y las contradicciones, será necesario un proceso de conversión con la ayuda de la gracia.
Así podemos salir al encuentro de los hermanos con obras de misericordia corporales y espirituales, para construir una sociedad más fraterna y justa.
(Con la pasión en la verdad y el compromiso por el bien común) como reza la oración por La Patria.
Que María Santísima Madre de la Misericordia nos ayude a caminar con un corazón disponible misericordioso, en la alegría, esperanza y amor de los hijos de Dios, comprometidos con los hermanos que sufren por nuestra indiferencia, falta de asistencia y abandono.



¡Alabado sea Jesucristo!

E.M.M.