"Yo soy el que vive"Ap.1,18: febrero 2021

ADORACION

MOVIMIENTO DIOCESANO DE ADORACION EUCARÍSTICA PERPETUA - SAENZ 572 - LOMAS DE ZAMORA


¡JESÚS TE ESPERA SIEMPRE!

¡DECÍDETE A VISITARLO!

TE INVITAMOS A LA COMUNIDAD DE ADORADORES

Capilla "María Reina de los Apóstoles"

Capilla "María Reina de los Apóstoles"
Capilla "María Reina de los Apóstoles"

jueves, 18 de febrero de 2021

EL PROPIO GETSEMANÍ OFRECIDO EN UN TIEMPO DE PANDEMIA




“Estén prevenidos y oren para no caer en tentación”
Dice El Señor -Mt. 26, 41-


Como huéspedes y peregrinos caminantes hacia la Patria eterna, vamos atravesando este tiempo de Cuaresma, tiempo de conversión y ayuno, tiempo de purificación y de gracia, en el misterio insondable del Amor.
Como signo de contradicción y con la ayuda de la gracia, esperando contra toda esperanza, ofrecemos y asociamos a la Pasión de Cristo todos nuestros padecimientos.
“Siempre y a todas partes, llevamos en nuestro cuerpo los sufrimientos de la muerte de Jesús, para que también la Vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo” nos recuerda San Pablo -2 Cor 4, 10-
Para entrar de lleno en la Cuaresma, convendría repasar y no olvidarnos que El Señor de La Historia, con la Fuerza y el Fuego del Espíritu Santo, nos hizo recorrer el camino del Amor con la cruz a cuesta, en un tiempo de prueba, de purificación, pero de inmensa gracia.
El dolor y el sufrimiento que nos causan las diversas vivencias en la propia familia, amigos, Iglesia, comunidad, Patria, son duros y difíciles acontecimientos en algunos casos jamás vividos.
La enfermedad, el aislamiento, la escases, la falta de trabajo, la incertidumbre, la muerte, etc., dejan heridas abiertas en cado uno de nosotros y tienen sentido de redención si los asociamos a la Pasión Redentora de Jesucristo.
Pero también, debemos reconocer y resaltar el gozo que nos ha causado la solidaridad, la fraternidad y la caridad en la ayuda, el acompañamiento y la atención a los hermanos abandonados y desposeídos.
Con todos estos hechos innegables y reconocidos, nos disponemos entrar en el propio corazón con la ayuda y la Luz del Espíritu Santo, para comenzar a recorrer un camino de conversión permanente en esta Cuaresma.
En medio de  luchas espirituales, tentaciones y asechanzas cotidianas del demonio, le ofrecemos al Señor nuestro Getsemaní, con un corazón humilde y arrepentido, para que El lo sane, lo transforme y lo salve.
Tres claves inseparables nos ayudarán a recorrer este camino de conversión: 
1 - La Oración (El Rosario) 
2 - La confesión frecuente 
3 - La Eucaristía si es posible diaria, como Fuente y Culmen de la vida cristiana, en  la intimidad de La Presencia Viva de Jesús Sacramentado.
Las Obras de misericordia corporales y espirituales nos ponen en sintonía con las enseñanzas de Jesús y nos revelan  a través de una profunda y honesta revisión de vida, si se han encarnado en la propia existencia o bien sirven para silenciar nuestra conciencia.
Nos damos cuenta por la alegría y esperanza que aparecen aún en condiciones adversas, también porque se ha enriquecido el amor con los más próximos, la tolerancia con los hermanos más incómodos, la escucha paciente, la disponibilidad, la ayuda, el oído atento a las necesidades, etc.
El adorador/ra recorre en la Contemplación Viva del Hijo de Dios acompañando a Jesús en la hora de Adoración y sirve como intercesor a los hermanos para las horas de prueba, sufrimiento y desesperanza.
Bajo la Protección de San José caminamos en esta Cuaresma, con los dolores y gozos que El supo ofrecer, como ejecutor obediente de los Planes Divinos, confiando en Jesús y María Santísima. 
Ofrezcamos este tiempo de purificación para que a través de la reparación de los propios pecados y de los hermanos El Señor tenga misericordia de esta humanidad alejada de Dios, porque hemos pecado.


¡ALABADO SEA JESUCRISTO!

SANTA CUARESMA

E.M.M.