"Yo soy el que vive"Ap.1,18: agosto 2020

ADORACION

MOVIMIENTO DIOCESANO DE ADORACION EUCARÍSTICA PERPETUA - SAENZ 572 - LOMAS DE ZAMORA


¡JESÚS TE ESPERA SIEMPRE!

¡DECÍDETE A VISITARLO!

TE INVITAMOS A LA COMUNIDAD DE ADORADORES

Capilla "María Reina de los Apóstoles"

Capilla "María Reina de los Apóstoles"
Capilla "María Reina de los Apóstoles"

sábado, 15 de agosto de 2020

EN EL CORAZÓN DEL HOMBRE COMIENZA UNA NUEVA NORMALIDAD

“Señor crea en mí un corazón puro y renueva la firmeza de mí espíritu”



El amor perseverante es una gracia que necesitamos pedir al Señor en este tiempo donde hay oscuridad, agotamiento y desánimo.
Cansados de no caminar, paradójicamente se hace más evidente la debilidad, la fragilidad y la carencia de lo necesario que estaban saciados por la Eucaristía y no nos dábamos cuenta de la gracia inmerecida.
Pero vamos descubriendo en este desierto cotidiano que El Señor nos conduce y nos nutre con el Maná de Su generosidad, de Su Amor y Su Misericordia a cada uno según lo necesite.
Es verdad, es un tiempo duro, de prueba, donde las fuerzas se acaban y los pensamientos se nublan y se mezcla la necesidad y los deseos insatisfechos se precipitan reclamando como dicen ahora una nueva normalidad que no llega.
La nueva normalidad para los que intentamos seguir a Cristo, comienza en el propio corazón -no afuera- en la medida que dejemos Obrar al Señor como lo tiene dispuesto para nuestro bien, la salvación para la vida eterna.
Nosotros adoradores estamos aprendiendo en este tiempo de gracia, de purificación, a ofrecer con dolor esa intimidad con la Presencia Viva de Jesús Eucaristía en la Capilla de Adoración.
Pero Él ha dispuesto un tiempo para que nosotros crezcamos en el Amor de Dios disponiendo el propio corazón para ser trasfigurado en el servicio de intercesión por los hermanos.
¿Cómo podemos ayudar y acompañar a esta humanidad que se manifiesta omnipotente, soberbia, desplazando al Dios Verdadero de su vida cautivados por ideologías vanas, adorando a otros dioses?
El Adorador consagrado al Amor Eucarístico ha aprendido no por sus méritos sino por la gracia que el camino para ayudar es a través de la oración permanente, con un corazón humilde y confiado “El mismo Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad porque no sabemos orar como es debido” -Rom. 8, 26-
En este padecimiento de la humanidad se encuentra el Amor de Dios Uno y Trino que desea la salvación de todos.
Pidamos a María Madre de la Misericordia que con Su Ternura conduzca a esta humanidad caída por el pecado por el camino de la salvación en Su Hijo Jesús para Gloria de Dios Padre y el Espíritu Santo. Amén



¡ALABADO SEA JESUCRISTO!

E.M.M.