"Yo soy el que vive"Ap.1,18: Coronación de la Santísima Virgen

ADORACION

MOVIMIENTO DIOCESANO DE ADORACION EUCARÍSTICA PERPETUA - SAENZ 572 - LOMAS DE ZAMORA


¡JESÚS TE ESPERA SIEMPRE!

¡DECÍDETE A VISITARLO!

TE INVITAMOS A LA COMUNIDAD DE ADORADORES

Capilla "María Reina de los Apóstoles"

Capilla "María Reina de los Apóstoles"
Capilla "María Reina de los Apóstoles"

sábado, 29 de octubre de 2011

Coronación de la Santísima Virgen

"El Adorador corona a María Reina de la Paz, ofreciendo el servicio orante, silencioso y contemplativo para la Iglesia de Cristo"


En el amanecer del nuevo milenio la humanidad pareciera encaminarse por la oscuridad de sus empecinamientos impregnados de un relativismo recalcitrante.
Vivimos en la ausencia de Dios, pero en la presencia de una obsecuente, pertinaz y provocadora idolatría -dioses de pie de barro- al que adherimos cotidianamente -consumismo, hedonismo, poder, etc.- precipitándonos en el vacío, la angustia y la soledad.
Paradójicamente, los que pretendemos e intentamos seguir al Señor como: misioneros, testigos, discípulos, profetas, adoradores, anhelamos vivir en la coherencia y radicalidad del Evangelio -las enseñanzas de Jesús- con el amparo de Su Santísima Madre la Virgen María.
¿A quiénes en la cercanía o aún más alejados a Ella, no nos conmueve el contemplarla?
Es la Madre de Dios. Ella es, también, la Madre de todos -de los que están cerca, como de los que están lejos-.
Como toda buena Madre siempre se encuentra dispuesta a acompañarnos por el camino de la vida a la Casa del Padre.
Es la Servidora por excelencia -llena de la sabiduría de Dios-.
Su Magisterio es el servicio, abandonada en el fiat -hágase en Mí según has dicho- adherida siempre a la voluntad de Dios.
Los adoradores nos proponemos Coronarla, ofreciendo con humildad y sencillez el servicio orante, silencioso y contemplativo -aprendido en la escuela de la Santísima Madre- para interceder por nuestra Iglesia Diocesana y Universal.
Para el adorador, la Coronación a María se aprecia y comprende en tres dimensiones:
1. La Coronación cósmica universal -María Reina y Señora de todo lo creado-.
2. La Coronación diocesana -María Reina de la Paz y Madre de todos-.
Primera Adoradora nos educa en el amor a Jesús Eucaristía -Fuente de Vida y Fecundidad en las comunidades parroquiales-.  
3. La Coronación en el corazón.
Nos detenemos en esta dimensión para intentar penetrar en el  corazón Inmaculado de María que se encuentra íntimamente unido al corazón de Jesús.
Escuchando y descubriendo los latidos de nuestro corazón a través de una devoción y seguimiento perseverantes, encarnados en las propias acciones cotidianas, purificadas en el crisol del amor.
El camino del ejercicio orante, silencioso y contemplativo, se encuentra fecundado e iluminado por la Palabra de Dios, la oración del corazón, la Eucaristía, el Sacramento del perdón frecuente, ayuno -obras de misericordia-.
Este es un tiempo de gracia y gozo para nuestra Diócesis.
- Tiempo para la oración. Como nos enseña María -meditando y conservando las cosas en el corazón-.
- Tiempo para revisar y actualizar la misión, como lo señala María -hagan lo que Él les diga-.
- Tiempo para el servicio configurados en los sentimientos y actitudes de María -partir sin demora al encuentro del hermano necesitado-.
- Tiempo para Coronarla en nuestro corazón -"Feliz de Ti por haber creído que se cumpliera lo que fue anunciado por parte del Señor"-. 
  
                                        ORACIÓN

                      Oh Padre bondadoso y Misericordioso
              que has elegido a María desde toda la eternidad
                como Hija predilecta, Madre de Tu hijo Jesús.
                   Permite a esta comunidad de Adoradores
                              -en espíritu y en verdad-
             Coronar a María Reina de la Paz en los corazones
                       para Gloria de TU Nombre. Amén

¡Alabado sea Jesucristo!





    

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